Si aplicamos las nuevas tecnologías a casi cualquier aspecto de nuestra vida, ¿por qué no usarlas también para promover causas sociales? A eso precisamente está dedicada la iniciativa Quilla Surf Project, un proyecto educativo enfocado a adolescentes residentes en hogares de acogida del sistema de protección español, con alto riesgo de abandono y fracaso escolar y al borde de la mayoría de edad. En fase de desarrollo y búsqueda de financiación y colaboradores, Quilla Surf Project cuenta ya con un importante respaldo por parte de la Plataforma para la Infancia y la Federación Española de Surf, entre otras instituciones. La receta es sencilla y completa: la educación, las nuevas tecnologías y la tenacidad que imprime un deporte como el surf aunando fuerzas para proporcionales una oportunidad a los adolescentes con problemas.
Los datos no son alentadores: el 24% de adolescentes residentes en el sistema de protección español no alcanza la ESO. Cumplidos los 18 años ninguna institución se hace cargo de ellos, por lo que es fundamental que completen la educación básica antes de llegar a esa edad. Para ello, el equipo de Quilla Surf Project, con el valenciano Emilio Sánchez –trabajador social y creador de la iniciativa– a la cabeza, ha elaborado una primera fase del proyecto para abril de 2014, un curso piloto combinando el mundo del surf y una base educativa competente. Su objetivo es que al menos 8 de cada 10 adolescentes alcancen la mayoría de edad con la ESO, iniciados en el mundo del deporte y de la comunicación.
Como complemento del curso, las nuevas tecnologías serán la herramienta con la que los alumnos pondrán en práctica lo aprendido en el aula. Como explica Emilio Sánchez, el objetivo es “saber redactar correctamente, elaborar textos en inglés, contestar un mail de forma adecuada, etc”. Para ello, la experta en nuevas tecnologías e integrante del proyecto Chabe Rollán acompañará en todo momento a los adolescentes en el manejo y publicación a través de redes sociales, web, blogs y acciones de este perfil, ayudándoles a familiarizarse con el mundo del social media y a crear portales propios donde aprenderán a posicionarse en la red y enseñarán a los usuarios lo aprendido durante el curso piloto. ”Surf y social media se dan la mano, ya que los chavales publicarán en la Red las sensaciones en el mar, lo aprendido en la playa, sus mejores olas y todo lo vivido a través de los beneficios asociados al deporte y, especialmente, al surf”, detalla Sánchez.
Las nuevas tecnologías tienen en Quilla Surf Project un cometido clave: son el medio para enganchar a los adolescentes participantes a seguir formándose de una manera divertida, una invitación a no caer en el abandono escolar y que continúen su proceso educativo. Como dice Sánchez: “El hecho de realizar un aprendizaje en nuevas tecnologías de la mano de profesionales ya es integrador: saber manejar LinkedIn, aprender la importancia de la creación de un cv, rastrear webs de búsqueda de empleo, etc., pone a los adolescentes en situación de riesgo al mismo nivel que los que presentan un desarrollo normalizado”.
Actualmente Quilla Surf Project se encuentra en plena fase de financiación, buscando el apoyo económico de entidades o empresas privadas que quieran vincularse al proyecto. Si todo sale como esperan sus responsables y el curso piloto es satisfactorio, Quilla Surf se prolongará durante futuras ediciones en cualquier lugar del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario